Al revisar diferentes fuentes
primarias del siglo XVI y XVII para la clase de Historia de Bienes Culturales,
me encontré con Giovanni Francesco Gemelli Careri (Radicena 1651 – Nápoles
1725), quien fue un jurisconsulto y aventurero italiano que dio la vuelta al
mundo, viajó por su cuenta a lo largo de Europa, Asia y América.
Por mucho tiempo buscó que se reconociera su labor en leyes para conseguir un
cargo importante sin resultados positivos. Viajó por toda Italia y Europa, en
algún momento se volvió mercenario, cuando se cansó de buscar el reconocimiento
decidió a viajar para conocer lugares de Oriente que no muchos se atrevieron a
explorar, como Turquía, Armenia, Persia, Indostán, Gran Mongol, China y Manila
(Javier Dávila, "Gemelli Careri en Nueva España" en Revista
destiempos, no. 28, enero-febrero 2011. http://www.destiempos.com/n28/davila.pdf).
Llegó a la Nueva España el 20 de enero de 1697 con el fin de “satisfacer su
curiosidad” según menciona en sus escritos, esto es relevante, pues nos permite
interpretar las cosas que escribe, en qué se fija y como lo narra, es decir los
ojos con los que miró la realidad de “el otro”. Su estancia fue casi de un año,
pues partió del Puerto de Veracruz, con dirección a la Habana y luego a Cádiz,
el 4 de diciembre de 1697.
Imagen tomada del libro Giovanni Francesco Gemelli Careri, Viaje a la Nueva España.
A diferencia de la mayoría de los viajeros llegó por a tierras
americanas, después de un largo viaje de más de doscientos días, por el puerto
de Acapulco en el galeón San José de Manila en Filipinas. Al llegar a Nueva España llevaba ya alrededor de cuatro años explorando el
mundo. Durante sus viajes vivió muchas experiencias azarosas, en variadas
ocasiones fue acusado de espía y calumniador, sin embargo salió bien librado de
todos esos eventos. Sobre todo ello escribió en su obra Il Giro del
Mondo compuesto por seis volúmenes, entre ellos se encuentra el fragmento
del Viaje a la Nueva España. Sus escritos se pueden clasificar bajo
el género literario de diario de viaje, pues escribió casi día a día y
describió los lugares, personas, objetos las experiencias y eventos que
llamaron su atención.
Al consultarlo me remití inmediatamente a la parte de plantas y animales,
específicamente donde habla de chocolate, tema que no he abordado en este blog.
Partiendo de esta fuente me dirigí a otras, incluso del siglo XVIII y XIX para
complementar información, pues mucho se ha escrito sobre el chocolate, su
origen, función, uso y representaciones en diferentes momentos: durante época
prehispánica, cuando lo conocieron los primeros conquistadores españoles, de su
introducción en Europa, su consumo en la Nueva España como la bebida predilecta
de la población novohispana, en menor medida durante el siglo XIX desplazado
por otras como el café, hasta nuestros días que continua siendo el favorito de
muchos.
Con base en la información recabada, partiendo de lo escrito por Gemelli
Careri, cuya enunciación se aboca a la forma de preparar el chocolate, junto
con otros autores como Thomas Gage, además de recetarios de los siglos siglo
XVIII-XIX y siguiendo la línea de este espacio virtual, decidí hacer una vez
más gastronomía histórica experimental, retomando elementos culturales
inherentes al consumo de la espumosa bebida, que enriquecen y dan sabor a esta
la probadita del pasado.
Por medio de la experimentación quiero enfatizar cómo se ha transformado el
gusto a través del tiempo, rastreando específicamente los cambios y
continuidades en la degustación del chocolate, pues no es lo mismo un chocolate
preparado a la manera prehispánica, que virreinal y mucho menos a la actual que
suele ser industrializado. El objetivo es pues aprender del olfato y del
gusto y viajar por el tiempo a través de las sensaciones, recordando que hay muchos factores que modifican los sabores (modos de preparación, formas de obtención de materias primas, etcétera), pero que no representan, al ser conscientes de ellos, un límite para percibir y estudiar el gusto.
Al ser un tema tan vasto y rico decidí presentarlo por entregas, la información
fue trabajada y sacada de fuentes primarias, relatos y recetarios de los que
haré mención puntual, complementado con datos de otras secundarias. En este
primer post hablaré del árbol del cacao, en el siguiente se abordará desde la
historia cultural y la vida cotidiana. En una tercera entrega mostraré paso a
paso la preparación de los diferentes tipos de chocolate y publicaré los
resultados del experimento compartido con un grupo de 20 personas, cuyas
observaciones fueron recabadas.
El cacao, alimento de los dioses
pasados, presentes y futuros.
El chocolate proviene del árbol del
cacao o cacaotero Theobroma cacao, clasificación que le asignó
Lineo, amante del chocolate, de ahí “theobroma” del griego “comida de los
dioses”. Es una planta difícil de cultivar, requiere de condiciones climáticas
específicas por lo que sólo se da en las regiones tropicales (20° al norte y
20° al sur del Ecuador) con temperaturas mayores a 16°C y constante irrigación
de agua.
Las semillas germinan rápidamente, para que den fruto tardan entre tres y
cuatro años (ver imagen). Las flores son polinizadas por un mosquito, de todas ellas solo el
3% llegan a ser fruto, que consiste en una vaina con semillas al interior,
entre 30 y 40 con una pulpa blanca alrededor. Después de la domesticación de la
planta, los agricultores mantienen árboles de otras especies para que les
proporcionen sombra y para controlar la población de insectos polinizadores
(Sophie D. Coe y Michael D. Coe, La verdadera historia del chocolate, pp.
28, 29).
Imagen tomada de http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ee/Fotg_cocoa_d091_cacao_tree_and_seedling.png
Se han definido cerca de 22 especies de cacaoteros que se han separado es seis
grupos. Según las hipótesis, algunos botánicos piensan que el género evolucionó
en los Andes sudamericanos, antes de que el hombre llegara a América. Se han
considerado importantes solo dos especies la Theobroma cacao y
Theobroma bicolor, las otras veinte crecen de manera silvestre en el
Amazonas, costa del Pacífico, en toda Centroamérica, Caribe y sur de México.
No se sabe cuándo, ni donde fue domesticada, tampoco cómo es que fue llevado a
diferentes regiones, lo que sí se sabe es que el T. cacao mesoamericano
fue domesticado en el sureste de México, pues se han encontrado poblaciones
silvestres en Chiapas. Esta misma especie produce variedades conocidas como
cacao criollo y forastero, además de las mezclas entre estos llamados híbridos
(Sophie D. Coe y Michael D. Coe, La verdadera historia del chocolate,
pp. 34-37).
Existen fuentes primarias para conocer las diferentes plantas que se usaban en
América antes de la llegada de los españoles y posteriormente durante la época
novohispana, algunas son descripciones de naturalistas, otros diarios de viajes
y registro de lo que veían en estas tierras desconocidas, escritos por diversos
motivos y con objetivos variados.
Foto María Ruiz Cervera
El cacao no es la excepción, en el libro Cuatro libros de la naturaleza
y virtudes de las plantas y animales de uso medicinal en Nueva España de
Fray Francisco Ximénez, publicado en 1615, nombra a la planta como cacahuaquahuitl,
que es un árbol originario de regiones calientes y húmedas del sureste; el
tronco es alto y ancho con un fruto similar a un pepino, pero de textura
acanalada y color rojo llamado cacahuacintli que está lleno de
semillas de cacao. Menciona cuatro tipos de cacao, cacahuaquahuitl grande,
otro del mismo nombre pero mediano, el xuchicacahuaquiahuitl y
el tlacacahuaquahuitl un cacao de menor tamaño, según el
fraile sólo este se utilizaba para hacer la bebida (Francisco Ximénez, Cuatro
libros de la naturaleza y virtudes de las plantas y animales de uso medicinal
en Nueva España, pp. 56-59).
En el libro del jesuita Joseph de Acosta, Historia natural y moral de
las Indias de 1590, se describe como una fruta más chica que las
almendras, similar a las frutas secas, pues puede guardarse por mucho tiempo sin
que nada le pase. El autor hace alusión a la popularidad del chocolate en
América y señala también que quienes no estaban acostumbrados a su sabor
"les hace asco, porque tiene una espuma arriba y un borbollón como de
heces" (Joseph de Acosta, Historia natural y moral de las Indias,
p. 180). En cuanto a la morfología señala que es un árbol mediano de copa
amplia, es una planta sensible al sol por lo que se tiene que sembrar un árbol
grande que lo tape.
Gemelli Careri también describió la siembra y morfología del árbol. Primero
menciona que se siembra el cacao en suelo caliente y húmedo "con el ojo
hacia arriba y bien cubierto de tierra" (Giovanni Francesco Gemelli
Careri, Viaje a la Nueva España, p. 139). La planta comienza a
crecer en 15 días, en dos años alcanza la altura indispensable para
trasplantarlo, esto debe hacerse en un terreno libre de raíces. Se siembran en
hileras rodeados de otros árboles frutales y platanares para que proporcionen
sombra. Se debe cuidar del frío, el exceso del agua y la plaga de un gusano que
lo destruye. Después de cinco años crece lo suficiente y comienza a dar fruto,
dice que las hojas se parecen a las del castaño y las flores a los jazmines, de
colores amarillas o blancas, luego sale el fruto el cual contiene las semillas,
entre diez y quince rodeadas de pelusa blanca, que debe recogerse los días que
no hay luna.
Imagen tomada del libro Giovanni Francesco Gemelli Careri, Viaje a la Nueva España.
[Continuará...]
3 comentarios:
Me encantó
Estimado,
Agradezco su lectura atenta y su precisión terminológica. Como especialista en fuentes hispánicas, comprenderá mejor que nadie la necesidad de matizar ciertas categorías aplicadas a Gemelli Careri. Le respondo con el rigor que exige nuestra disciplina:
1. "Avventuriero": un anacronismo inaceptable
El término aventurero (en el sentido de mercenario sin formación) es historiográficamente ilegítimo para definir a Gemelli Careri porque:
Era doctor en Derecho (Universidad de Nápoles, 1670), con 14 años de servicio como juez en el Virreinato. Sus viajes respondían a un interés profesional documentado: estudiar sistemas jurídicos coloniales (Giro, vol. VI, cap. 3).
Financió su viaje con capital propio y redes mercantiles napolitanas (Amuso, 2000, pp. 45-47), no mediante saqueos o trueques. Los registros del Archivo de la Corona de Aragón (ACA, Secreterías Virreinales, leg. 234) confirman préstamos de comerciantes genoveses afincados en Nápoles.
Su itinerario (1693-1698) sigue una ruta preestablecida con escalas en instituciones jurídicas: Audiencia de México, consulados de Manila, aduanas de Esmirna.
2. Gemelli como compilador sistemático, no como plagiario casual
Aquí nuestra perspectiva converge: su uso de fuentes ibéricas (Díaz del Castillo, Gómara, Acosta) fue metódico, no depredatorio:
Selección crítica: Descartó mitos como El Dorado (Acosta, Historia Moral, lib. IV) frente a documentos de archivo. Citó los Libros de Cabildo de la Ciudad de México (Perujo, 1976, p. L) aunque sin acceso directo (los consultó a través de intermediarios).
Valor agregado: Su síntesis en italiano popularizó datos geopolíticos ibéricos en Europa. La edición inglese (Churchill, 1732) fue usada por Adam Smith en La Riqueza de las Naciones (lib. IV, cap. 7) para analizar el comercio asiático.
Contexto metodológico: Como bien sabe, la compilación erudita era norma en el Barroco. Lo hizo Herrera y Tordesillas con Indias, o Solís con Cortés. ¿Por qué juzgar a Gemelli con estándares del siglo XXI?
3. Un funcionario ilustrado, no un outsider
Su perfil dista del aventurero romántico:
Experiencia administrativa: Como juez naval, redactó informes sobre legislación portuaria napolitana (Archivio di Stato di Napoli, Tribunali Marittimi, busta 77).
Redes institucionales: Correspondió con el jurista vallisoletano Diego de Avendaño (carta del 12/XI/1695, perdida pero citada en Amuso, p. 89), no con mercenarios o piratas.
Legado tangible: Donó monedas otomanas y códices mexicas a la Biblioteca Vaticana (registro Barb. Lat. 4123, f. 22r), aportando materiales a la incipiente numismática y americanística.
4. Propuesta de recalibración terminológica
Le propongo definir a Gemelli Careri como:
"Jurista-viajero del Barroco tardío, operante en la periferia intelectual napolitana, cuya compilación de fuentes hispánicas sistematizó datos geopolíticos para audiencias europeas".
Esta definición:
a) Evita anacronismos (aventurero, etnógrafo).
b) Reconoce sus limitaciones (dependencia de fuentes secundarias).
c) Valora su rol como difusor de saberes ibéricos.
Fuentes primarias para contrastar:
Archivo General de Indias (Sevilla): Contratación, leg. 145, n. 45 (registro de su embarco en Acapulco, 1697).
Giro del Mondo, ed. Venezia 1719: prefacio donde justifica su método.
Si dispone de documentación sobre recepciones coetáneas del Giro en círculos jurídicos españoles, sería un aporte invaluable. Le invito a publicar juntos una nota crítica en Hispanic Review o Tiempos Modernos.
Cordiales saludos,
P.D.: Su observación confirma que la historiografía hispánica debe revaluar a Gemelli no como "italiano exótico", sino como mediador trasatlántico. ¿Podría examinar si la Inquisición española incluyó el Giro en algún índice? Las ediciones venecianas circularon en Sevilla (Biblioteca Colombina, *Sig. 34-5-10*), pero desconocemos reacciones oficiales.
La conexión con Gemelli Careri: aclaración metodológica
La relación entre el análisis de la Biblioteca Colombina y la Inquisición española con Gemelli Careri es directa y crucial para comprender su impacto cultural:
1. ¿Por qué es relevante la Biblioteca Colombina?
Contexto archivístico:
La biblioteca custodiaba obras geográficas fundamentales sobre América en los siglos XVII-XVIII. La presencia del Giro del Mondo aquí probaría que:
a) La obra circuló en círculos intelectuales españoles vinculados al colonialismo;
b) Fue usada por funcionarios, juristas y cosmógrafos dedicados a la gestión del imperio.
Prueba de recepción:
Encontrar una copia veneciana (1719) con la signatura *Sig. 34-5-10* demostraría que Gemelli no fue ignorado en España, sino estudiado como fuente derivada de información sobre los territorios de ultramar.
2. ¿Por qué la Inquisición es clave?
Termómetro de impacto:
La ausencia del Giro en los índices de libros prohibidos revela que:
a) Su obra no fue percibida como subversiva o herética;
b) Su compilación de fuentes ibéricas "tranquilizó" a las autoridades, a diferencia de textos críticos originales (ej. Bartolomé de las Casas).
Consecuencia histórica:
Este silencio censuró permitió una difusión subterránea del texto, facilitando el papel de Gemelli como mediador involuntario entre los saberes coloniales ibéricos y el público europeo.
3. El núcleo del problema: Gemelli como "traductor cultural"
Paradoja historiográfica:
Mientras en Europa (Inglaterra, Francia) el Giro se usó como fuente geopolítica (Adam Smith lo cita), en España se consideró un compendio no original, aunque útil. Esto explica:
a) Por qué España no lo censuró: no aportaba ideas nuevas, sino que reciclaba datos conocidos;
b) Por qué la Biblioteca Colombina pudo adquirirlo: como repertorio de información colonial previamente verificada.
Evidencia circunstancial:
La edición inglesa (1732) incluye mapas copiados de fuentes españolas, mientras que no existe una edición española: señal de que Madrid no consideró necesario traducir una obra percibida como "derivada".
4. Respuesta a su pregunta: "¿Qué tiene que ver esto con Gemelli?"
Todo. Sin verificar:
La circulación del Giro en España (a través de bibliotecas como la Colombina),
La reacción de las instituciones (Inquisición, aduanas),
El uso que hicieron los intelectuales ibéricos,
no podemos evaluar históricamente a Gemelli Careri. Sería como estudiar a Colón ignorando el Archivo de Indias: un enfoque mutilado e incompleto.
Conclusión operativa:
La "mediación transatlántica" de Gemelli no es una hipótesis abstracta, sino un fenómeno verificable solo cruzando fuentes españolas (archivos sevillanos) e italianas (ediciones venecianas). Su pregunta inicial – "verificar si la Inquisición incluyó el Giro en algún índice" – era pues un punto metodológico esencial.
Fuentes para profundizar:
Archivo General de Indias (Sevilla): Contratación, leg. 145 (registros aduaneros 1700-1730).
Biblioteca Colombina: Censo de los fondos Mesa Capitular.
Índices inquisitoriales digitalizados: Librorum Prohibitorum (ed. 1707, 1747).
Si desea continuar la investigación, propongo un plan concreto:
Visita a la Colombina para verificar la signatura *Sig. 34-5-10*;
Examen sistemático de los registros inquisitoriales en Madrid;
Análisis material de las ediciones venecianas supervivientes en España (anotaciones marginales, ex libris).
Con estima, Nunziante Rusciano
Publicar un comentario